Gastritis crónica asociada a una bacteria – AHEFT

AHEFT

Publicado: febrero 22, 2021

Escribe a Esperanza: spesdh@gmail.com

En el mes de febrero pasado empecé con un terrible problema de salud. Un ardor-dolor incontenible en el estómago que me hacía casi imposible una alimentación tan sana a base de frutas y verduras. Ni que decir de un sorbo de café o vino porque era impensable. Las noches las pasaba casi en vela por los reflujos gástricos.

Al principio pensé que era un malestar causado por un episodio de estrés que coincidía un día antes. No era para tanto, pero ahí estaba el malestar.

He de advertir que desde que era una niña con cuatro años de edad; ya tenía un estómago sensible y delicado. Falta de apetito y diarreas continuas. Así pasé muchos, pero muchos años cuidándome siempre el estómago y sin siquiera probar la cocina elaborada.

Me sentía una persona «RARA» por no poderme alimentar como todo mundo lo hacía, sin embargo, no me sentía enferma. pero siempre que alguien comentaba sobre mi estilo de alimentación -argumentaba que sólo era que tenía un estómago muy sensible. y si, si que lo era.

No obstante mi hipersensibilidad intentaba pequeños retos que conseguía siempre con el temor de las consecuencias.

 

Yo seguía cada vez peor y con una bajada de peso considerable. Me sentía cansada y triste porque la inversión económica que había hecho no me generaba ganancia de mejoría en la salud.

Por fin me convencí que debía ir al gastroenterólogo, aunque me temía lo peor. Eran ya tres meses y todo seguía igual.

Por fin, la cita con el especialista, y para mi sorpresa, sólo me hizo un par de preguntas luego de presionar la boca del estómago, causándome un gran dolor. Ordenó que me practicaran una gastroendoscopía y en tanto están los resultados -tome omeprazol tres veces al día.

dolor estomago

Noooo! Soy enemiga acérrima de los medicamentos, aunque hubo alguno que otro día en que tuve que tomarlo sobre todo en las noches, cuando me despertaba de dolor o sencillamente no era posible conciliar el sueño.

Llegué a Sevilla, en donde por fortuna tuve mi primer contacto con EFT.

Puedo asegurarles que intenté con un sin fin de alternativas; yoga, masaje, reiki, medicamento floral. Años atrás, un proceso terapéutico.

Comenté con una compañera de las clases de yoga mi experiencia con el médico, y me dijo -Yo estoy haciendo TAPPING y me siento estupendamente bien- asi que una vez que me describió la técnica, empaticé con EFT, aunque me parecía muy simple para que tuviera efectos tan inmediatos.

Me compartió dos manuales que describían perfectamente la técnica y que además describía algunos testimonios que me parecían inauditos.

Me leí los dos manuales en tres o cuatro días y al mismo tiempo inicié dando golpecitos.

CÁSPITA! una noche, haciendo tapping desapareció el dolor; asi que seguí y seguí. Descubrí que al dar los golpecitos se despertaban emociones, y lloraba, lloraba y llorab… ésto me gusta! Siendo terapeuta, pensé que sería un buen principio para la sanación, pues a pesar de haber tenido largos procesos terapéuticos quedaba mucho más.

Pensé entonces, que yo no podría con el proceso que debería enfrentar con EFT, así que debía buscar el apoyo de un profesional experimentado de EFT.

Buscando en internet me encontré con ANA ESPIGA y de inmediato me puse en contacto con ella y pedí una cita. Cuando me dio el costo por sesión me fui de espalda porque pensé que las sesiones de EFT serían un lujo que yo no podía darme.

Decidí que iría la primera sesión porque creí que sería un proceso largo.

El día que tuve mi cita con Ana, ya tenía los resultados de la endoscopía gástrica que arrojaba una GASTRITIS CRÓNICA asociada a una bacteria. Ordenó un tratamiento de antibiótico que tomé de forma irregular.

Tras la primera sesión de EFT pude comer un poco de carne y unos sorbos de coca cola.

Después de la tercera sesión semanal, yo podía comer casi de forma normal. Evitaba los alimentos irritantes.

Ana me pidió que yo continuara haciendo tapping todos los días para que el alivio fuera total.

Hace ya tres meses largos de mi primera sesión con EFT y las molestias han desaparecido por completo y mi alimentación es normal.

Disfruto sin problema una buena copa de vino tinto o un café expresso.

He tomado el curso de EFT  1, y 2.

Finalmente, les comparto con enorme satisfacción, que he atendido un paciente utilizando la  Psicoterapia y EFT. Ha sido todo un éxito y ahora hago tapping con casi todo.

Esperanza Basulto Delgadillo

Psicoterapeuta

   

Artículos Relacionados

EFT para el temor al cáncer de mamá – AHEFT

*Hola a todos y todas,* * * *La Dra. Kiya Immergluck utiliza EFT para ayudar a una clienta con sus temores intensos. Ofrece esta perspectiva hacia el final de su artículo, «Molly cree que EFT «curó» s…