Gracias padre, gracias madre os amo, os aprecio y acepto tal y como sois en todas las dimensiones de espacio y tiempo.
Os agradezco por vuestra presencia, por vuestra luz y por vuestra fuerza.
A través de vosotros que me disteis la vida, deseo honrar a mi linaje ancestral, a todos mis antepasados que hicieron lo necesario para mantener vivo este clan familiar.
Honro mi linaje femenino y te honro a ti mamá, también incluyo a todas las mujeres tanto de ascendencia materna, como de ascendencia paterna.
Hoy lloro en mi cuerpo todas aquellas tristezas, abusos, violencias, desengaños que aquellas mujeres no pudieron sanar. Todo aquello que no supieron darle lugar, que fue impuesto, que no fue reconocido ni aceptado. Todo aquel miedo. Tanto silencio de siglos de violencia e imposición.
Tú madre, tú mamá, me acogiste en tu seno, me cuidaste y protegiste para que yo pudiera ver la vida. Te estoy agradecido y te honro, por tanta dedicación y entrega, por cuidarme.
Y si hubo alguna carencia, sé que fui yo quien te eligió así para precisamente aprender de esa experiencia.
Honro a mi linaje masculino y te honro a ti papá, por ser el paciente agricultor de mi alma, pues tras haber sembrado tu semilla, la cultivaste con amor y entrega aún sin poderme sentir dentro de ti.
Recibiste tu cosecha con la más delicada ternura y construiste un cordón de corazón a corazón para unirte conmigo en amor.
Te bendigo porque de ti he aprendido cómo protegerme, proveerme, guiarme, cuidarme.
Y si hubo alguna carencia, sé que fui yo quien te eligió así para precisamente aprender de esa experiencia.
Os libero y me libero de toda historia de dolor, de miedo, de enojo, de tristeza y su consecuente karma en nuestras vidas.
Todo lo que necesité corregir y mejorar es ya labor mía y me sé acompañado por vosotros en cada paso, pues el vínculo del clan es inquebrantable desde el amor.
Asumo mi proceso y mi responsabilidad de sanar porque ahora ya os he perdonado y liberado, con ello también yo me libero y perdono.
Gracias, Gracias, Gracias.