Hola a todos,
Aquí hay un breve caso por Roseanna Ellis que debería dar esperanza a todos los que sufren de dolor. Los doctores lo encontrarán fascinante desde el hecho de que no involucra ninguna droga. Favor consulten doctores para todos los problemas médicos.
Por Roseanna Ellis
Querido Gary,
Hace tres semanas un padre trajo a su hijo para verme. Me contó que el muchacho había sido diagnosticado con la enfermedad de Osgood-Schlater. Esta enfermedad es dolorosa, una separación incompleta de la hipófisis (desde donde el hueso crece) en el cuello de la tibia en relación a la parte alargada del hueso.
Su hijo de 15 años se quejaba de constante dolor en ambas rodillas con un nivel de dolor de 6 (en una escala de 10) que se incrementaba al agacharse en cuclillas y con actividades de escalera. Hicimos EFT para “este dolor de rodilla” mientras se sentaba en mi mesa de masaje hasta que el dolor y la molestia bajaron a 0 después de unas 4 rondas.
Luego hicimos EFT para “este dolor cuando me agacho” que estaba en 7 u 8, hasta que se pudo agachar hasta el piso sin dolor. Me miró sorprendido con lágrimas llenándole los ojos. “Estoy asustado” dijo sin creer, “es usted una bruja”. Le expliqué la teoría de EFT y algo de física cuántica mientras le estiraba sus tendones abductores y los cuadriceps. Se volvió muy receptivo y dijo “este día ha cambiado mi vida para siempre”.
Al día de hoy, 3 semanas después, su padre vino a verme con un severo dolor de cuello y hombro con un nivel de 8. Tiene muchísimo stress relacionado con el trabajo. De hecho dijo “esta (nombre de persona) ha sido un verdadero dolor en mi cuello últimamente.” Hicimos tapping por “esta persona” por 5 rondas hasta que el dolor fue 0. Entonces apreté con firmeza en el cuello y el dolor subió a 5.
Entonces le pregunté si había alguna emoción en este dolor. “Frustración” me respondió. Entonces hicimos tapping por “esta frustración” y el dolor descendió a 0. Luego lo consentí con un lindo masaje de cuello hasta terminar mi hora.
Cariños
Roseanna
Traducido por Martin Jones – Escribir a Martin