Una Investigación sobre “Indicadores Neuropsicológicos del tratamiento de EFT en Estrés Post-Traumático”

AHEFT

Publicado: marzo 14, 2021

Otra proyecto de Investigación sobre EFT ha sido terminado y publicado en una revista de revisión por pares. El estudio fue llevado a cabo por los Doctores Paul G. Swingle y Lee Pulos junto con Mari K. Swingle y es tratado profesionalmente en este artículo por la Doctora Patricia Carrington, Master en EFT.

Publicado en la Revista de Revisión por Pares:

Por Dra. Patricia Carrington

Cuando el estudio sobre el uso de EFT para las fobias de pequeños animales fue publicado en el 2003 en una reconocida revista de mis colegas (La Revista de Psicología Clínica, The Journal of Clinical Psychology, vea la referencia al final del artículo) éste fue un evento muy importante en el campo de la psicología energética. Como uno de los coautores del artículo publicado en la investigación de Wells, yo experimenté de primera mano los años de trabajo que se invirtieron en la preparación de la redacción de esta investigación para que pudiera cubrir la estricta calidad de una revista profesional. Por lo tanto es muy gratificante para mí el poder informar sobre investigaciones adicionales sobre EFT que han sido publicadas recientemente en la revista de mis colegas. Esta vez vemos un artículo en el cual se reportan las investigaciones de los efectos fisiológicos de esta técnica así como los psicológicos.

Los Doctores Paul G. Swingle y Lee Pulos, junto con Mari K. Swingle, estudiaron los efectos que dos sesiones de EFT mostraron en nueve personas que estuvieron involucradas en accidentes viales y que habían reportado tener estrés traumático relacionado con los accidentes. Pruebas Psicológicas, entrevistas clínicas y mediciones neuropsicológicas fueron realizadas para determinar los efectos de EFT en estas víctimas antes de que aprendieran EFT y estas mediciones se repitieron después de que fueron tratadas con EFT. Estos resultados fueron publicados en la revista de revisión por pares, “Subtle Energies and Energy Medicine” (Energías Sutiles y Medicina Energética) (se proporciona referencia al final del artículo) y yo los voy a resumir aquí.

Cuando los participantes llegaron a la oficina en donde iban a aprender EFT, primero se les aplicó una serie de pruebas psicológicas las cuales incluían el Inventario de Ansiedad de Beck, el Inventario de Depresión de Beck, 10 puntos del Inventario del Estado de Rasgos de Ansiedad, y 10 puntos del cuestionario de medición de la necesidad de evitar el manejar o pasear en un vehículo de motor. En la misma visita recibieron también una evaluación con los ojos cerrados sobre 19 ubicaciones cerebrales (un “Mapa Mental”) que utiliza en el QEEG (Electro Encefalograma Cuantitativo, por sus siglas en inglés) para convertir las ondas cerebrales en valores cuantitativos que reflejan la frecuencia y la amplitud de la actividad de las ondas cerebrales en varias ubicaciones en el cerebro. Valores Normativos, asociados con los valores de estas ondas cerebrales han sido previamente establecidos (Swingle, 2003), y se han basado en ellos, los investigadores fueron capaces de determinar algunos de los efectos de los tratamientos de EFT en ciertas actividades cerebrales en particular asociadas con estados mentales subjetivos y físicos.

Después de haber sido estudiados en el laboratorio, los participantes en el estudio recibieron dos sesiones de EFT las cuales fueron aplicadas por el Dr. Pulos en su oficina. A ellos se les enseñó la Forma Larga (original) de EFT, y las sesiones duraron una hora cada una. Antes de recibir su tratamiento de EFT, a cada participante se solicitó que diera un Rango de Intensidad (Unidades Subjetivas de Angustia, SUD por sus siglas en inglés) indicando su nivel de angustia cuando pensaban sobre el accidente vial en el cual se vieron involucrados. El nivel de SUD consistía en una escala de 10 puntos, en donde “1” representa ninguna angustia cuando se piensa sobre el accidente, y “10” que representa angustia severa cuando se piensa en ello.

Ambos tratamientos de EFT ocurrieron dentro de 24 días de la prueba psicológica inicial. Después de los tratamientos, a cada participante se le proporcionó un protocolo de tratamientos en casa para ser utilizados durante el resto de la investigación. Se les solicitó que practicaran 5 veces al día durante la primera semana, 3 veces al día por la segunda semana y posteriormente para darse tratamiento conforme su nivel de SUD y ansiedad se fueran reduciendo.

Los participantes respondieron muy bien a sus tratamientos de EFT. Antes de ser tratados con EFT, su promedio de SUD estaba en 8.3 en cuanto pensaban en el accidente. Sin embargo, después del Segundo tratamiento, su rango de SUD en promedio ahora era de 2.5. Esta reducción de estrés subjetivamente percibida era estadísticamente significativa en el nivel p<.01, indicando una mejoría notoria en los rangos de angustia de estas victima de accidentes después de recibir el tratamiento de EFT.

Los participantes fueron evaluados de nuevo en un nivel neuropsicológico entre 70 y 160 días después de su último tratamiento de EFT para una evaluación de seguimiento y al mismo tiempo, los cuestionarios que fueron administrados antes de que recibieran el tratamiento de EFT se volvieron a aplicar. El cambio en porcentaje de una respuesta negativa a una respuesta positiva en los cuestionarios de una prueba previa al seguimiento fue muy significativa en el nivel <.05, indicando un cambio positivo en el nivel del estrés en el grupo como un todo.

Estas medidas también revelaron una interesante discrepancia entre los resultados de los participantes. En el seguimiento, el grupo estaba marcadamente dividido en dos con respecto a sus rangos individuales como sigue: Cinco de los participantes tenían en este momento, resultados que indicaban un cambio positivo (en el nivel p<.005) desde el momento que fueron examinados antes de que aprendieran EFT, mientras que 4 de los 9 participantes mostraron cambios negativos o ningún cambio en su rango individual (p=<.05) en el momento de la evaluación del seguimiento. A pesar de que todos los participantes habían mostrado un cambio positivo inmediatamente después del tratamiento final de EFT (p <.001), ese cambio no se mantuvo en el resto del tiempo para los últimos 4 participantes.

Los resultados del análisis del mapa mental en el seguimiento corroboraron los resultados encontrados en los cuestionarios. Cuando los datos de las ondas cerebrales fueron analizados con respecto a los indicadores cerebrales de la depresión, inactividad cognitiva, y la inactividad corporal, el cambio en porcentaje de mejoría en los participantes en su primera medición cerebral (previo a EFT) a las mediciones de seguimiento 3 – 5 meses después fue de un 11.5%, mientras que los participantes que no reportaron ningún cambio o cambio negativo, el porcentaje de cambio en promedio fue de un –9.4%, una diferencia entre los que fue significativa en el nivel p <.02.

También fue muy impresionante el hecho de que para el grupo en mejoría, el rango de Theta/Beta en la región occipital del cerebro, una medida asociada con el benéfico sosiego mental, fue aumentada en un 33.3% del pretratamiento al seguimiento, mientras que para el grupo de participantes que no reportaron mejoría, el cambio fue de un -32.2%, con una diferencia entre estos dos grupos que fue muy significativa en el nivel p <.01.

En una forma similar, cuando estudiamos el rango de Ritmo Motor Theta/Sensorial (SMR por sus siglas en inglés), los investigadores encontraron una marcada diferencia entre los grupos en mejoría a los no mejorados. El SMR se usa frecuentemente como un índice de inactividad corporal, y por lo tanto, aumentando el SMR puede frecuentemente ser un tratamiento efectivo contra la epilepsia. El porcentaje de aumento en la amplitud de SMR desde previo a EFT hasta el seguimiento para el grupo en mejoría, se encontró que era un 40%, mientras que este fue un -71% para los participantes que no mostraron mejoría alguna, una diferencia que era significativa entre los grupos en el nivel p <.05.

El hecho de que los participantes pareciera que se dividían casi equitativamente entre un grupo que reportaba cambios positivos y aquellos que no reportaban ningún cambio o cambios negativos, sugiere que el grado de conformidad hacia las instrucciones sobre la práctica de EFT diario en casa pudieran ser factores determinantes en estos resultados. Desafortunadamente sin embargo, no se realizó una prueba en cuanto a la conformidad de los participantes en este estudio, lo cual claramente nos muestra que deberá ser una parte esencial de estudios futuros en esta área.

Algo interesante que se encontró fue la fuerte correspondencia entre los reportes subjetivos sobre mejorías por parte de los participantes y sus respectivos patrones de ondas cerebrales lo cual sugiere que una investigación neuropsicológica puede proporcionar datos importantes para comprender los procesos involucrados en EFT. Podemos esperar que investigaciones futuras traigan más claridad sobre estas importantes conclusiones.

Otra pregunta que hay que hacer en estudios posteriores sería si los resultados obtenidos aquí son de hecho causados por el uso de EFT en estas victimas de trauma o si alguna mejoría percibida en el seguimiento a los 3 ó 5 meses después pudieron sencillamente haber reflejado una mejoría espontánea por el tiempo y hubiera pasado con o sin el aprendizaje de EFT. Esta pregunta puede hacerse sencillamente al agregar en el futuro estudio, un grupo comparativo de víctimas de accidentes, gente la cual no reciba el tratamiento de EFT para su problema pero que sean examinados y vueltos a examinar en los mismos intervalos. ¿Tendrá esta gente sin ningún tratamiento alguna mejoría con tan solo el paso del tiempo? Este no sería un estudio controlado, mas sin embargo, los estudios clínicos como éste son importantes en el campo de la medicina, y el hecho de que todos los participantes mostraron una mejoría radical cuando se les volvió a evaluar 2 semanas después de haber aprendido EFT (como se indican en los reportes subjetivos, las lecturas de las ondas cerebrales no fueron tomadas en ese momento), indica claramente que de hecho, EFT tuvo un efecto benéfico sobre ellos.

En este reporte, los autores discuten el hecho de que los resultados positivos previamente reportados por Swingle para el uso de tratamientos de neuroterapia para el tratamiento de trastornos de convulsiones, puede de hecho verse aumentada al combinar la neuroterapia con EFT. Ellos creen que EFT puede potencializar estos tratamientos porque los cambios en la actividad de las ondas cerebrales resultantes de los tratamientos de EFT son similares en muchas formas a los cambios neurológicos positivos que pueden ocurrir con la neuroterapia.

En la opinión de este informe, los resultados de este estudio tienen un valor en particular dado que ellos fuertemente sugieren a un nivel experimental, que EFT puede ser efectivo tanto en un nivel físico como en el emocional. Los participantes en el estudio que reportaron mejorías con EFT estaban experimentando cambios fisiológicos medibles asociados con las mejoras al mismo tiempo. Yo considero que esta es una conclusión importante ya que empieza a contestar la frecuente crítica hecha a EFT, normalmente que los efectos de EFT son “sólo resultado de la sugestión”. Estos investigadores nos dan la evidencia que las mejoras vistas con EFT en el estudio no fueron imaginarias.

Considerando la relación entre EFT y los trastornos de convulsiones, yo estoy de acuerdo en la cautela que el Dr. Swingle ha expresado en otras partes acerca del uso de EFT para tales trastornos, y sugiere que cualquiera que esté interesado en el uso de EFT para este efecto prometedor contacte al Dr. Swingle en cuanto a posiblemente utilizar una grabación armónica que ha demostrado que controla la amplitud Theta (la cual de otra forma pudiera ser un posible factor negativo en el uso de EFT para convulsiones). Parece ser que con esta armónica, el riesgo de aumento en la amplitud de Theta puede ser reducido enormemente o eliminado en su totalidad. La amplitud reducida de Theta es benéfica para el aumento del umbral de la convulsión (disminución de convulsiones) de cualquier forma, así que combinando ambos procedimientos (i.e. EFT y el armónico) podría ser muy superior para cada individuo. Por lo tanto reduciendo aún más el riesgo de convulsiones. El Dr. Swingle vive y trabaja en Canadá.

REFERENCIAS

Swingle, P.G.., Pulos, L., y Swingle, M.K. (2004) Neurophysiological indicators of EFT treatment of post-traumatic stress. Subtle Energies and Energy Medicine, 15, l, 75-86.

Swingle, P.G. (2003, Summer) Potentiating Neurotherpay: Techniques for Stimulating the EEG. Paper presented at California Biofeedback Society.

Wells, S, Polglase, K., Andrews, H. B., Carrington, P., and Baker, A. H. (2003). Evaluation of a Meridian-Based Intervention Emotional Freedom Techniques (EFT), for Reducing Specific Phobias of Small Animals. Journal of Clinical Psychology, 59 (9), 943-966.

Traducido por Mercedes Madero

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