Una psicóloga aprende a soltar su necesidad de controlar – AHEFT

AHEFT

Publicado: febrero 23, 2021

Una psicóloga aprende a soltar su necesidad de controlar

Por María Aurora Villarreal, México

Correo: mariaaurora@eftalegria.com.mx

Siempre he pensado que es muy importante que si queremos ayudar a alguien, tenemos que limpiar nuestra casa primero. Trabajar con nosotros mismos, sanar heridas pasadas y desvanecer miedos por el futuro para poder con mayor facilidad abrir paso a la intuición o guía interior y por su puesto para que nuestra intención sea libre de juicios y ataduras.

Te quiero comentar una experiencia que me sucedió al terminar uno de mis talleres de EFT.  Una señora se me acercó; ella es psicóloga y trabaja en una institución para niños que sus madres están en prisión. Me pidió una cita y me dijo “tienes mucha razón, no puedo ayudar mucho a estos niños si todavía tengo muchas cosas que limpiar en casa” señalándose con el dedo. “Cuando hicimos el ejercicio del Proceso de la Paz Personal, me di cuenta de todo lo que traigo y quisiera que me ayudaras.” Yo le dije que encantada y nos vimos en mi consultorio.

Durante el taller dijo que estudió la licenciatura en psicología y tenía maestría en desarrollo humano y que había tomado muchísimos cursos y seminarios sobre crecimiento personal y comunicación. En el taller estuvo muy participativa, se veía muy segura de sí misma.

Al llegar al consultorio me comentó algo muy importante que había descubierto. Me dijo: “Nunca había profundizado tanto y en tanto detalle sobre mi vida y mis momentos difíciles. Yo sólo los había superado, no sé ni cómo. Siempre quise demostrar que yo podía con todo, pero  ¡YA ESTOY CANSADA! y aunque ayudo a estos niños, o al menos hago lo mejor que puedo, mi vida es un desastre. Creo que estoy tratando de tapar el sol con un dedo.”

Le pregunté “¿Qué te preocupa?” Me dijo “soy muy mandona, siempre quiero tener el control de todo y se me está saliendo de las manos”.

Le pregunté “¿es verdad que eres muy mandona?” y me dijo “sí”.

“¿Y estás absolutamente segura de que eso es vedad?” Me dijo en tono dudoso “sí”.

“¿Y cómo reaccionas al creer eso, cómo te hace sentir?” Me dijo “enojada conmigo misma, me siento culpable porque creo que porque soy así, mis hijos y mi esposo están como están”.

Empezamos a hacer Tapping en esos sentimientos, uno a la vez. Le pregunté “¿Qué tipo de persona haría eso de enojarse con ella misma?” Me dijo “pues…alguien que se exige mucho”.

Empezamos:

Aunque soy muy enojona y eso me hace sentir muy enojada conmigo misma, yo me amo y me acepto completamente.

“¿Qué tipo de persona haría eso?” Dijo “Alguien que se exige mucho a sí misma”.

“¿Y a quien te recuerda eso?” “A mi papá, yo trataba de complacerlo siempre.”

“¿Algún evento que se te vino a la mente?” Me dijo que sí. “¿Qué tanta intensidad tiene el evento?” Me dijo que 9 o 10. Le pedí que mientras me contaba la historia, hiciera Tapping todo el tiempo. Tan pronto empezó a contarme la historia, sus ojos se llenaron de lágrimas. Yo le hice Tapping en sus puntos. Comenzó a tranquilizarse hasta lograr que la intensidad de ese evento llegara a cero.

Le  pegunté “¿Qué te dices a ti misma por tener este problema con el control y el enojo? o ¿Cómo me hace sentir acerca de ti misma el ser así?”

“Que me enoja ser así, no me gusta ser así, no soy justa y no me puedo aceptar, porque estoy haciendo algo que está mal.”

Aunque me juzgo a mí misma por tener esta necesidad de control, yo me amo y me acepto completamente a mí misma.

Aunque no me puedo aceptar por tener este problema con mi enojo y mi querer controlar todo, yo me estoy abriendo esta posibilidad de amarme y aceptarme totalmente.

Aunque estoy enojada conmigo misma por enojarme con los demás, yo estoy aprendiendo a aceptarme.

Terminando esta ronda su cara y postura cambiaron notablemente y emocionada dijo “no lo puedo creer, tanto que he estado luchando por no enojarme, por no querer controlar, ahora siento como que me quitaron una gran roca de encima, ahora tengo muchísimas ganas de abrazar” y en el momento le abrí los brazos. Ese día se fue sintiéndose feliz.

Me pidió una cita después de dos semanas y me dijo que se había sorprendido de que cuando sucedió un evento que no le gustó de su esposo y su hijo, no duró dos días enojada y sin querer hacer nada como era normal. Tenían un viaje a EUA en familia ese mismo día. Simplemente tomo un baño y salió como si nada hubiera pasado, terminó de empacar y les dijo a su esposo e hijo “¿Qué ven? Ya nos tenemos que ir.”

Ella sigue trabajando en limpiar su casa y cada día me comenta se siente mejor.

María Aurora Villarreal, México

Formadora  de EFT

Correo: mariaaurora@eftalegria.com.mx

Sitio: http://eftalegria.com.mx/

Artículos Relacionados