Una quemadura con agua hirviendo
Alexandra Villarreal nos comparte su experiencia personal de sanar una quemadura potencialmente grave con EFT.
Hola David;
He estudiado los 3 niveles de EFT contigo y aprovecho para agradecerte la dedicación y empeño en compartir tus conocimientos y hacer llegar la técnica de EFT en español a quienes como yo aún no dominamos el idioma inglés. Practico tapping casi a diario y ofrezco sesiones de EFT a clientes; pero en muy pocas ocasiones he tenido la oportunidad de iniciar con el tapping a causa de un dolor físico.
Leí el artículo de Beverly “Como derramarte encima agua hirviendo y salir de esa situación con el mínimo de dolor” http://www.eftmx.com/newsletter/boiling-water-pain-relief-beverly-sp.html y me animó a escribirte este testimonio propio.
El día 8 de Mayo del 2009 tuve un accidente similar al de Beverly, pero mis quemaduras desaparecieron en menos de 15 minutos quedando solamente una mínima mancha ligeramente obscura de 1 cm cuadrado sin ampolla.
Cociné verduras en ebullición en una olla de 10 litros; la retiré del fuego y al vaciar sin precaución el agua en un colador para separar las verduras sobre una pila de trastes sucios el agua hirviendo se rebotó en los platos y cayó en mis piernas directamente pues llevaba un mini short; quedando rojas casi hasta los tobillos y con un ardor en un nivel de 10.
De inmediato vinieron a mi mente muchos pensamientos negativos a nivel 10 acerca de esto: el miedo a las ampollas, las cicatrices que me quedarían, el dolor, las noticias en TV pocas semanas antes de la muerte de un niño de 2 años por las quemaduras de agua hirviendo y estuve a punto de entrar en pánico. Traté de callar a mi mente de inmediato recordando que contaba con el tapping y respirando profundo. Usé agua templada para enjuagar mis piernas y empecé el tapping sumando una técnica de “Curaciones psíquicas” que es una visualización de la curación de cualquier manera que para la persona que la usa tenga un sentido; por ejemplo si hay una infección imaginar lavar la herida con algún detergente potente, en una cortada imaginar que la piel es pegada con un fuerte pegamento, etc.
La forma en que hice las rondas es un tapping alternativo.
Empecé el tapping en el punto de karate con frases de preparación relacionadas con el dolor y mis miedos a las ampollas y cicatrices.
Seguí haciendo tapping en los demás puntos sin repetir frases mientras visualizaba la siguiente curación:
Imaginé aplicándome con mucho detalle un montón de hojas de té verde (me gusta el té verde, para mí tiene un sentido preventivo de enfermedades) húmedas y frías sobre cada parte de las quemaduras, pedí a Dios me prestara su mano para ayudarme a sanar, y visualicé que su mano estaba sobre mi cabeza y que desde su mano brotaba luz que entraba por mi coronilla: un rayo de luz verde para renovar las células lastimadas y un rayo de luz azul para el dolor, ambos rayos bajando hasta iluminar por completo las piernas; durante este tiempo que visualizaba la completa curación (menos de 4 minutos) di varias rondas sin detenerme.
Terminé la visualización y aún quedaban unas cuantas manchas que en pocos minutos desaparecieron, quedando sólo la pequeña mancha de 1 cm2. Dos horas más tarde mi esposo y yo nos dimos cuenta que en ese lugar donde aún quedó la marca, se sentía la piel mucho más fría que el resto, como si me hubiera puesto una bolsa de hielo para calmar el dolor y en realidad nunca usé hielo.
A tres horas de la quemadura, me bañé sin recordar el accidente y me depilé las piernas con un rastrillo y hasta que terminé el baño recordé la quemadura y me sorprendí que la piel estuviera tan sana que ni el rastrillo me lastimó!!!
Los resultados con EFT no dejan de sorprenderme, sin embargo extrañamente aún dudaba de si hubiera tenido los mismos resultados sin hacer nada más que usar agua templada (era tan sorprendente que ni yo lo podía creer); pero 3 días después tuve la oportunidad de repetir la experiencia con una tía en el festejo del día de las madres y comprobar los resultados con mayor validez.
Mi tía -quien es enfermera jubilada- preparaba en la licuadora mole (una pasta de chile) usando caldo muy caliente, el vaso de la licuadora estalló en la parte inferior cayendo el contenido en su mano. Comenzaron los gritos de dolor y mi prima que es médico y también estaba presente curaba la herida con una compresa de agua enfriada en hielo. Mi tía no paraba de gritar y no soportaba el contacto de la compresa, su mano estaba rojísima; mientras hacían la curación me acerqué y le pedí autorización para utilizar en ella el tapping; ella no conocía de EFT aunque algunas veces en el pasado había hecho el intento de platicarle al respecto pero ella no me hacía mucho caso. Le dije que aplicaría en ella una técnica para mitigar el dolor y que lo único que tenía que hacer era enfocarse en las palabras que le decía y repetirlas después de mí.
Empecé una ronda dándole los golpecitos yo misma por el dolor y el miedo a lo que le pasaría a su piel y el enojo porque su cena se había echado a perder; al finalizar la segunda ronda mencionó que ya no sentía dolor y se quedó muy quieta con los ojos cerrados; seguí ahora usando el mismo procedimiento de tapping guiando la visualización de la curación con té verde y los rayos de luz. Su mano quedó como nueva, solamente sentía un leve ardor en medio de un par de dedos.
Además de sorprender a todos el resultado, personalmente me sorprendió más su paz; en otras ocasiones mi tía no hubiera parado de quejarse toda la fiesta y ahora no dejaba de mostrarnos la mano y decirnos: “¡mira, ya no tengo nada!”, a partir de ese momento recomienda EFT a todos.
Hace pocas semanas la chica que trabaja con nosotros ayudándonos en la limpieza sufrió un accidente en su casa con agua hirviendo muy similar al mío; ella sólo enjuagó su herida con agua fría (sin hacer tapping) y al día siguiente llegó con la piel de sus piernas muy lastimada. ¡Ojalá esta vez sí se interese en el tapping!
Para mí esta herramienta es un regalo de Dios.
Alexandra Villarreal
Monterrey, México